Crianza no sexista en casa

Cuando nos enteramos el sexo del bebé que está por nacer, comienzan los planes y preparativos y sin darnos cuenta se estimulan ciertos aspectos sobre la identidad personal del sexo: el nombre, la decoración de su cuarto, la ropita, los juguetes, etc. A partir de este momento, las expectativas empiezan a formar los estereotipos culturales.

A medida que lxs niñxs crecen los comentarios que hacemos acerca de la ropa, el aspecto físico, el estímulo para expresar su afectividad en las nenas o la permisividad con los comportamientos agresivos en los varones, refuerzan el sexismo desde pequeños.

Es importante que padres y madres reflexionemos sobre estas cuestiones cotidianas y comprobar si no estamos transmitiendo expectativas diferentes motivadas por su sexo:


  • ¿Usamos el mismo tono de voz al dirigirnos a nuestra hija mujer o nuestro hijo varón? 
  • ¿Les llamamos la atención de la misma manera?
  • ¿Les pedimos la misma colaboración en las tareas del hogar, o diferenciamos en qué tipo de tarea puede/debe colaborar cada uno? 





No hay comentarios:

Publicar un comentario